lunes, 7 de marzo de 2016

Secret in Their Eyes (2015)


A la hora de elegir ver esta producción, se la puede apreciar desde dos perspectiva: la primera, como un clásico policial de Hollywood vertido en drama (y mucho, mucho drama). La segunda opción es verlo como la reversión de la película argentina del 2009. Si lo vemos sin tener en cuenta la cinta de la que fue adaptada, podríamos decir que estamos ante una película aceptable. No es un policial de thriller, porque son escasas las escenas de acción. Así que sólo se presenta como un drama llena de diálogos por los que se lleva a la resolución del conflicto. Ahora, si lo tomamos como una reversión, es hora de tirarnos de los pelos.

Pero empecemos de qué va esta producción. Ray y Jessica son compañeros de trabajo en Antiterrorismo, cuando un día encuentran el cuerpo de la hija de Jessica en un contenedor. Julia Robert adquiere el total protagonismo de la película, con un arte dramático exacto y preciso, que luego lo extiende por los años de los años y por los minutos de los minutos. Ray entonces conoce a Claire, que es una Nicole Kidman haciendo de linda todo el tiempo. Y la historia se desarrolla entre querer detener al sospechoso del crimen, más unos saltos en el tiempo que se manejan desde el presente hacia 13 años atrás, cuando la vida de estos personajes cambió completamente.

Ahora bien, ni por ser argentino ni por poner en lo alto a El Secreto de sus Ojos. Simple y sencillamente, lo que en la película de Campanella estaba marcado por lo dinámico y la sutileza, acá vacila entre la sobre-explicación y el estancamiento.

Por citar algún ejemplo: los chistes de Guillermo Francella en la cinta original, era algo que sucedía casi de fondo, como si no fuera la idea central de la escena que el público notara que está haciendo un chiste, repitiéndose en diversas oportunidades de la cinta. Acá hay un solo chiste, en donde todos se ríen del mismo, porque claramente el espectador es idiota y si los otros personajes no se ríen, no entenderían de qué se trata.

Lo que hicieron con la historia de amor entre Ray y Jessica fue un asco. Nuevamente, lo que en la cinta original era un amor cargado de pasión, marcado por la cobardía y lo que no se dice, acá se pone en manifiesto de ambas partes, en todo momento y todo el tiempo. Como si en lugar de dos profesionales fueran dos colegiales que están reversionando Crepúsculo. Sin contar, encima, que ni siquiera se le da un broche, un cierre, un poco de esperanza al espectador sobre lo que puede pasar entre ellos. Sino que, esta historia ya designada al segundo plano, pasa ahora al tercer plano.

Y por último, lo peor de todo, fue el contexto histórico donde se desarrolla la acción. Porque si bien la situación de la dictadura militar argentina, apenas se percibe en la historia (incluso hay quienes no lo supieron reconocer en una primera visión del film), acá queda totalmente explícito que el contexto era el terrorismo y todo lo que se gestó en Estados Unidos tras el 11 de Septiembre. 

Todos estos detalles, totalmente innecesario convirtieron a una película entretenida e inteligente en un drama simple y tedioso, donde todo es lineal y sin vida, tal como los personajes que se desarrollan en la misma. 

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