Hoy, en Jueves de Drama;
Bienvenido a la historia de Huhg Glass, quien tuvo un hijo que no posee ningún rasgo en común con su padre, y a la de sus compañeros de campaña, tras aventurarse en la compra de pieles, es herido por una osa (en una brillante escena de acción) para posteriormente ser abandonado a su suerte por sus dos compañeros.
Esta historia tiene tres momentos épicos: la batalla del inicio, la batalla de la osa y la caída del acantilado con el caballo (para posteriormente dar lugar a una escena de dormir dentro del caballito). Por otro lado, reivindicando al personaje de Tom Hardy (que lo hicieron ser el villano de época) era el único que tenía la coherencia para decir a que Glass había que abandonarlo hacía tiempo y el resto, vaya a saber por qué cuestiones, no le estaba dando muerte digna.
Sea como fuere, el daño ya está hecho.
La película tiene escenas que no escatima en su violencia, pero el gran problema es su terrible duración. Cuando llega la parte del tercer acto y se da lugar la batalla (que tiene que estar sí o sí, porque después de todo, es lo que el público pide), se pierde totalmente la tensión previa. Ya sabemos que, o uno de los dos muere, o el malo muere, o el bueno perdona al malo. Otras variantes no hay.
También queda muy evidente que en la película, locación que encontraban, locación que usaban inventando una escena que no tenía nada que ver pero que le agregaban simbolismo.
No obstante, el bueno contra el malo nuevamente nos cuenta una historia, con grandes planos que no se interrumpen, que ya vimos muchas veces más y a la que le sobra la última hora.
Calificación: 5 - Aceptable
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