¿Estás listo para conocer a Bianca? Ella no es linda, ni agradable, ni graciosa, ni agradable ni inteligente. Sólo tiene un don: es amiga de Casey y Jess.
Bianca, que transita su último año de instituto, no percibe que nadie la tiene en cuenta ni sabe su nombre, hasta que su vecino y antiguo amigo Wes se lo dice. Porque sí, estaba necesitando que alguien le dijera que era una Duff (la amiga fea y gorda que hace sobresalir a sus amigas lindas y flacas), porque al parecer ella no tenía los recursos para notarlo.
Pero Bianca además está enamorada de Toby, que es el sensible chico que toca su guitarra y compone su propia música. Para acceder a él, acepta como mentor a Wes quien la entrena como si fuera un superhéroe a punto de comenzar una batalla. Pero a la vez, Wes, que es su vecino, que es un alma sensible vestida de un deportista tonto y que sale con la reina del baile que es una frívola sin corazón, (lo que lo convierte en un alma encadenada a una angustia constante de acostarse con la chica más linda del instituto), comienza a revelar para Bianca una tensión sexual.
Por lo que cuando Bianca consigue (ciberacoso mediante) una cita con Toby, a ella no le importará todo lo que él haga para impresionarla, porque estará pensando en Wes. Pero como necesitamos justificar esta actitud infantil e inmadura de la protagonista, Toby al final terminará siendo un patán, que le permitirá abrir los brazos y la mente hacia la posibilidad de una relación con su sensual vecino de al lado.
Pero por si toda esta cuestión ya viste hasta el hartazgo no fuera suficiente, no olvidemos que también esta historia tiene una moraleja tan empalagosa como innecesaria: "siempre vas a ser el Duff de alguien, porque siempre habrá alguien que sea más lindo y más rico que tú". Gran filosofía adolescente. Casi tanto como cuando Lindsay Lohan dijo que no por llamar a alguien feo, tú te conviertes en alguien lindo. Ni cuando Emma Stone dijo alguna filosofía sobre ser una perra en Easy-A.
En conclusión, The Duff es una película que te gustará si no viste ni Mean Girls ni Easy-A. O ninguna del estilo de la "niña discriminada que supera a la reina del baile y le da su merecido con una lección aburrida". ¿Por qué nunca hacemos una película en donde la reina del baile es la protagonista que maltrata a gente como Bianca? Porque en el fondo, en el fondo de nuestro corazón, hasta es más sano sentirnos identificado con una arpía que tiene el mundo bajo sus pies, que en una niña bobalicona que no sabe nada sobre autoestima.
Calificación: 4 - Relugar
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