Casey (Odette Annable) tiene un extraño sueño. Ella hace una hermosa carrera por los prados nevados cuando se topa con un guante. Al tiempo, nos damos cuenta que ese guante pertenece a un niño pálido y probablemente enfermo de cáncer. Pero ese niño se transforma en un perro con máscara. Casey, entonces, opta por lo más lógico que es correr por el bosque justo para toparse con un frasco donde hay un feto, que repentinamente le abre los ojos y la aterroriza.
Por fortuna, fue todo un sueño (se esperaba que apareciera Freddy, pero no firmó contrato para hacer esta película) y tras el corte de cámara nos encontramos en una conversación telefónica de Casey con su mejor amiga, intentando descubrir el significado de los sueños. Romy (Meagan Good), el peor personaje jamás inventado en la historia del cine, habla sobre una teoría y aclara que luego son sólo "estupideces psicológicas". Luego pregunta si los dueños de la casa donde Casey es niñera, tendrá pornografía.
A partir de acá, este misterioso sueño tendrá un papel importante, porque ya anticipará (casi en su totalidad) los sucesos que acontecerá posteriormente. El misterioso niño del sueño comenzará a acosar a Casey, de las diversas y más aburridas formas imaginables.
El vínculo entre Casey y Romy se entiende desde un primer momento. Ambas son idiotas y merecen una muerte lenta y dolorosa. También son pésimas actrices y la química entre ambas viene por ese lado. Pareciera que compiten por ser la más inepta del relato. Gary Oldman hace una actuación más creíble y es inexplicable su presencia aquí. También sale muy bien parada Jane Alexander, que si bien cuenta la historia más innecesaria del mundo (porque sí, se meten los nazis en la historia, aunque no tengan nada que ver con el objetivo en sí), presenta una actuación más notable que el resto. Y con respecto a los infantiles, el que verdaderamente da miedo, no es el niño paliducho del inframundo, sino el humano Atticus Shaffer, que sabe utilizar los rasgos de su rostro para hacer buenas escenas sin la necesidad de maquillarse. Y por suerte también está Cam Gigandet, aunque sólo le aporta su físico a la historia y ni por asomo vale la pena tragarse la película por él.
Es en conclusión una película para olvidar. O sólo ver para criticar.
Calificación: 2 - Pésima
Pre-Nominaciones: Lo Mejor
Mejor Actor: Gary Oldman
Mejor Actriz: Jane Alexander
Mejor Actor Secundario: Atticus Shaffer
Recreación a la Vista: Cam Gigandet
Pre-Nominaciones: Lo Peor
Peor Actriz: Odette Annable
Peor Actriz Secundaria: Meagan Good
Peor Guión: David S. Goyer
Peor Director: David S. Goyer
Peor Película:
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