Kate es una muchacha que trabaja en una cervecería y posee (demasiado) interés por su compañero de trabajo, alimentando la fantasía de lo imposible, ya que Luke, el chico con el que sutilmente se siente muy a gusto, en realidad está en una relación. Para colmo de males, ella también tiene una relación formal con alguien.
Así, el film íntimo e independiente, se transforma en una historia/histeria que representa los límites, el poder de lo que se quiere pero no se debe hacer.
Más allá de si se puede juzgar (o no) determinados actos o sentimientos, las cosas están bien contadas, aunque no hagan falta palabras en muchas ocasiones.
Olivia Wilde sorprende en una actuación tan natural y lejos de los encantos de Hollywood. Hasta parece un mortal común y corrientes, de uno de esos que se pueden encontrar a la vuelta de la esquina. Jake Johnson es otro que sale bien parado, mostrándose vestido ya con prendas rotas o con los pies sucios. Cierra el triángulo Anna Kendrick, quien es imposible que robe cámara con solamente su presencia y pocos diálogos.
El detalle de ver una versión tan íntima de la vida, es que saca a la luz todos los errores de los humanos con respecto a las capacidades de comunicación. De hecho, hay momentos en donde no sabe si realmente son tartamudos o por qué no pueden hilar una oración completa sin trabarse.
También hay escenas que no aportan nada a una historia que, en sí, tampoco es que está contando mucho.
No obstante, es sutil y encantadora.
Calificación: 6 - Buena
Pre-Nominaciones: Lo Mejor
Mejor Actriz en Drama: Olivia Wilde
Mejor Actor en Drama: Jake Johnson
Mejor Actriz Secundaria en Drama: Anna Kendrick
Mejor Transformación: Jake Johnson
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