Los miembros de una adinerada familia se reúnen en una quinta alejada del mundo para celebrar los 35 años de casamiento de los padres. Son un total de diez invitados (padre, madre, cuatro hijo y sus respectivas parejas) que tienen un reencuentro familiar después de mucho tiempo sin estar todos juntos.
Tras una breve presentación de personajes (ninguno es atractivo, ni visual ni mentalmente), el conflicto surge cuando una flecha sale de la nada y se clava en plena cabeza de uno de los invitados. Entonces todo el terror y la histeria comienza a surgir de una forma legítima, adheriendo los toques de humor necesarios para sobrepasarla.
La pregunta que me hice en el momento es, si la acción comienza tan ferozmente desde el primer momento, ¿cómo se puede sostener una cinta de tanta duración así? Es, a mi perspectiva, el principal problema, porque efectivamente (no para muchos, pero sí para mí) la cinta cae cuando empezamos a ver el otro lado de la historia, el que nos lleva a una resolución y a tratar de encajar las piezas que no tenían necesidad de encajar.
Los giros y más giros de tuerca son innecesarios, cuando en realidad, era preferible que todo el tiempo se enfoque en una cuestión de supervivencia, más que en una trama que quiere mostrar que hay un motivo por el que suceden las cosas. A estas alturas, ya el cine nos tiene acostumbrados a los locos que entran en las casas y matan sin piedad por el puro placer de hacerlo.
Otra vuelta de tuerca más y, si bien el final nos provoca uno de los diálogos más originales y divertidos de los últimos tiempos, contrasta con toda la sangrienta cacería que presenciamos anteriormente.
No es ni brillante ni tampoco mala. Para pasar el rato.
Calificación: 6 (Buena)
PRE-NOMINACIONES: LO MEJOR
Mejor Actriz Protagónica: Sharni Vinson
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