jueves, 3 de marzo de 2016

Tomorrowland (2015)


Es extraño que me guste una película de Disney. Más extraño aún es que comparta un criterio con la productora. Pero lejos de hadas y princesas, acá hay una película para tomarla en serio, más allá de la ciencia ficción que ofrezca su trama.

Tomorrowland es un mundo que, o bien no explican lo que es o bien no me importó su explicación, está en peligro, por lo que una dulce niña está buscando a una nueva soñadora para que lo pudiera salvar. Así es como conocemos a Casey, una chica que vive con su padre y no tiene mamá (y lo que es mejor, jamás nos enteramos qué le pasó a su madre o, si lo hicimos, tampoco lo registré porque no hubo un momento solemne ni melodramático al respecto). 

Casey es una chica que nunca se rinde ante la adversidad. Esto parece una estupidez, pero no lo es, porque también imparte una importante perspectiva de vida. Casey, por obras del destino, se encuentra con el angustiado y triste de Frank, quien en una época fue un gran soñador como ella, pero se rindió.

Y resulta que la dulce niña que buscó a Casey, es un antiguo amor de Frank. Ella sigue teniendo el aspecto de una niña de 12 años, mientras que George Clooney tiene como 80, y lo paradógico es que uno iba a naturalizar si se encontraba con una escena de un beso entre ambos. Por suerte no pasa, pero hubieran evitado la histeria entre ambos personajes.

Obvio que hay algunas secuencias previsibles, ya anticipadas de antemano a cualquiera que haya visto alguna película en su vida, pero la idea general que intenta transmitir es excelente. Por ello mismo, no voy a ser objetivo. Después de todo, tampoco es que alguna vez lo fui.

Calificación: 10 - ¡Hay que Verla Antes de Morir!  


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