jueves, 29 de diciembre de 2016

Flight 7500 (2014)



Esta es una película rara. De hecho, es una de esas películas que no sé bien cómo sentirme después de verla. Aunque podría decir que mientras duró, me mantuvo entretenido, aunque me la haya olvidado dos minutos después de culminar. Es algo así como ese amante con el que uno tiene un buen sexo, se entretiene mucho, pero una vez terminado el acto olvida su rostro, su nombre y nunca lo vuelve a ver.

Empecemos porque 7500 es una película sobre diversos personajes que, pese a las pequeñas y breves apariciones que tienen, logran imponer qué hacen ahí, cuáles son sus personalidades a grandes rasgos y podemos definir si los mismos nos caen bien o mal. El espacio donde los personajes giran es reducido, ya que se trata de un avión y lo que sucede en un vuelo. 

Tras una intensa presentación, las cosas se comienzan a poner raras, ya que uno a uno, los personajes comienzan a desaparecer o a morir de una forma extraña. Y acá es donde está el gran traspié de la cinta, ya que nuevamente estas muertes que bien podrían haber originado la histeria y la locura, no son más que chascos que pasan tan inadvertidas como para la víctima como para quien la ve, destruyendo una atmósfera que bien podría haber sido excepcional.

Hay grandes rostros en pantallas que hacen un grato reencuentro con el espectador, consiguiendo que esos personajes de pocas líneas se vuelvan queribles. Aunque tristemente olvidables.

Afortunadamente la película dura 1 hora y diez minutos, lo que ocasiona que, en su defecto, la duración colabore con que no se volviera pesada ni desagradable. Cronometrada, perfectamente, como un amante que sabe hasta dónde llegar para no pasar al aburrimiento. 

Calificación: 4 - Dudosa

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